Fertilizante foliar a base de boro, cobre y azufre

nutre y fortalece las plantas, aportando micronutrientes esenciales que mejoran la floración, la fructificación y la resistencia natural frente a enfermedades.
Gracias a la acción conjunta del boro (estimula la polinización), cobre y azufre (efecto antifúngico y antibacteriano), se convierte en una solución ecológica ideal para frutales y hortalizas.
Un aliado eficaz que refuerza la salud vegetal y favorece un desarrollo equilibrado en cultivos exigentes.

Características del fertilizante foliar a base de boro, cobre y azufre

• En el caso del boro, es ideal porque fomenta el aumento de la fertilidad en las plantas y la vitalidad de cara al polen.
• Ayuda a mejorar tanto la fertilización como la calidad en cuanto a la producción de los frutos. 
• Sobre el cobre, es un mineral importante para promover la síntesis de clorofila y además ayuda a mejorar las defensas naturales contra parásitos.
• En el caso del azufre, es importante para promover la formación de proteínas que ayudan a prevenir daños en las plantas. 

Aplicación y dosis de fertilizante foliar a base de boro, cobre y azufre 

• Dosis: es apropiado utilizar 20 ml de este producto diluido en cinco litros de agua en extensiones de 50 metros cuadrados.
• Composición: Sales potásicas de origen vegetal y aceite de oliva.

¿Por qué es importante el boro en las plantas?
El boro favorece la polinización y la formación de frutos, mejorando el cuajado y reduciendo la caída de flores.

¿Qué beneficios aporta el cobre en este fertilizante?
El cobre fortalece los tejidos vegetales y actúa como preventivo natural frente a hongos como mildiu o bacteriosis.

¿Para qué sirve el azufre en la agricultura ecológica?
El azufre ayuda a controlar enfermedades como el oídio y mejora la absorción de nutrientes, sin dejar residuos en el suelo.

¿Se puede combinar con otros tratamientos foliares?
Sí, es compatible con la mayoría de productos ecológicos, siempre respetando las dosis y evitando mezclar con aceites minerales.

Dato curioso:
Los agricultores tradicionales ya usaban el cobre y el azufre desde hace más de un siglo como “caldo bordelés”, base de muchos tratamientos ecológicos actuales.