Piedra natural redondeada por la erosión del agua, el bolo de río es una opción clásica y versátil para decoración exterior. Su forma suave y sus tonos naturales aportan equilibrio y armonía a jardines, bordes de caminos, zonas de paso o rocallas.

La gran variedad cromática en grises, marrones y beiges lo convierte en un recurso muy utilizado en paisajismo. Gracias a su tamaño (40–150 mm) es ideal como piedra decorativa de cobertura o para combinar con plantas y áridos más finos.

Es también un material muy adecuado para el relleno de gaviones decorativos, como los que puedes encontrar en nuestra sección de gaviones.

Características del bolo de río

• Formato: Saca Big Bag de 500 kg

• Tamaño de la piedra: 40–150 mm

• Forma: Redondeada, natural por efecto del agua

• Colores: Gama de grises, marrones y tonos neutros

• Usos: Jardines, rocallas, bordes de caminos, bases decorativas

• Acabado: Natural, sin aristas cortantes

• Ventaja: Muy decorativo y sin mantenimiento

Un elemento atemporal en jardinería y paisajismo, perfecto para aportar textura, volumen y una estética relajante a cualquier espacio exterior.

¿Qué más deberías saber?

¿Se puede usar como base decorativa en jardines?

Sí, su forma redondeada lo hace ideal para usar junto a plantas o elementos como traviesas o madera. También aporta drenaje natural y es perfecto para rellenar gaviones decorativos si buscas un acabado natural y voluminoso.

¿Combina con otros tipos de piedra?

Perfectamente. Puedes usarlo con gravillas claras u oscuras, o con piedra volcánica para crear contraste y estructura en el diseño del jardín.

¿Es adecuado para zonas con tránsito?

Se recomienda para zonas decorativas sin tránsito frecuente, ya que al ser redondeado puede desplazarse ligeramente al pisarse.